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Existe toda la ciencia en las aplicaciones para sujetar que solo un reducido grupo sobre privilegiados ha conseguido concebir. Hombres y hembras que, dotados sobre la intuicion sobrenatural para el ritual del emparejamiento, han amaestrado el algoritmo. Obtienen mas matchs que nadie. ?Cual seria la clave de su confidencia? Determinados estudios cientificos han tratado de descubrirlo. Y individuo sobre ellos ha llegado la hora an una conclusion nunca tener gato.
El posado. Un grupo sobre investigadores sobre la Universidad de Colorado ha querido comprender mejor que mecanismos operan en la mente de hombres y hembras a la hora de emparejarse por Internet. En particular, sobre que salir con una chica discapacitada forma influyen los gatos en la comprension que ellas tienen sobre ellos. De averiguarlo mostraron 2 fotografias de dos jovenes (una con felino, otra desprovisto felino) a mas sobre 700 sobre chicas de entre 18 y no ha transpirado 24 anos. Desplazandolo hacia el pelo les pidieron su pensamiento.
Los resultados. Son rotundos. Cuando Algunos de los sujetos aparecia desprovisto el micifuz, el 38% de estas encuestadas se mostraba abierta a tener una cita con el. El porcentaje caia al 33% cuando posaba junto al animal. Deficiente todavia el volumen que nunca consideraria tener algun modelo de conexion romantica pasaba de el 9% carente gato al 14% con gato. Similares reacciones genero el segundo sujeto. Un 40% se mostraba abierto a conocerlo cuando posaba junto al minino, liga al 45% cuando se desprendia del felino.
?Por que? Una cuestion de sesgos. Segun las autores, los hombres que sujetan a un felino en la fotografia son considerados “menos masculinos, mas neuroticos, mas agradables, mas abiertos” asi como menos interesantes para una cita. En las palabras, se tiene que a los estereotipos largamente asociados a tener un gato o un apurado (“cat person” vs. “dog person”)
Es significativo remarcar que nuestros hallazgos se vieron influenciados en funcion de En Caso De Que la femina se consideraba a si misma mas allegado al “perro” o al “gato”. Lo cual sugiere que la civilizacion estadounidense distingue a los “hombres gato” igual que menor masculinos, creando quiza una preferencia cultural en torno a las “hombres aperreado” entre la mayoridad sobre mujeres heterosexuales de el conjunto de estudio.
Masculinidad. Nunca es una conclusion demasiado sorprendente. Estudios previos han ilustrado como atributos tipicamente asociados a la masculinidad legislatura (igual que el caracter extrovertido o el aire digno de confianza) puntuan mas gran en la escala sobre entretenimiento sexual. La masculinidad asociada con mayor repeticion a la idiosincrasia aperreado (“dog person”) que a la personalidad gato, Conforme otros estudios.
En caso de que dentro de las hembras heterosexuales la gran masculinidad percibida se traduce en una de mi?s grande atraccion y no ha transpirado los gatos poseen la connotacion negacion en dicha masculinidad, la suma es simple. Algo que concuerda con otros estudios en los que se muestra el caracter “facilitador” de los perros en el momento de sobre alcanzar pareja o sobre tener mas triunfo ligando.
Mascotas. En general, tendemos a proyectar las propias percepciones culturales y no ha transpirado personales en las mascotas, fruto de una de mi?s grande simbiosis emocional y no ha transpirado vital con ellas. Tendemos an estudiar a las perros mas sociales (y por tanto mas dependientes) que las gatos, mas solitarios, independientes y no ha transpirado distantes. Atributos que, en el momento sobre buscar pareja o crearse un perfil en Tinder, parecen tener un rol importante.
?Por que? La cuestion de sesgos. Conforme las autores, los varones que sujetan a un felino en la fotografia son considerados “menos masculinos, mas neuroticos, mas satisfactorio, mas abiertos” asi como menos interesantes para una citacion. En sus terminos, se tiene que a los estereotipos largamente asociados a tener un gato o un apurado (“cat person” vs. “dog person”)
Seria significativo remarcar que nuestros hallazgos se vieron influenciados en funcion sobre si la femina se consideraba a si misma mas familiar al “perro” o al “gato”. Lo cual sugiere que la desarrollo estadounidense distingue a las “hombres gato” como menos masculinos, creando quiza la prioridad cultural en torno a las “hombres apurado” entre la generalidad de mujeres heterosexuales de el grupo de analisis.