Si eres de los que sufren de un gran temor a los procedimientos dentales, seguramente te has preguntado qué tan necesario es extraerlas. Sin embargo a pesar de tu miedo, no dejas de escuchar la voz en tu cabeza que dice que si no lo haces, tus demás dientes pueden enchuecarse o sufrirás de dolores tan insoportables que harán que te tumbes en la cama por días.
La realidad es que puede que te estés angustiado antes de tiempo, ya que hay un gran número de factores a considerar antes de tomar cualquier decisión , tales como tu edad, el espacio con el que cuentan tus muelas para brotar y la posición en la que están naciendo.
Una radiografía nos podrá mostrar si en efecto es necesario un proceso de extracción o si tú y tus amigos molares podrán seguir juntos:
En caso de que tus muelas del juicio muestren un posible choque con las piezas dentales vecinas, o en una posición de salida inclinada, es altamente posible que se tengan que extraer.
Por otro lado, si tu radiografía muestra una buena posición en tus muelas del juicio, es decir, tus molares superiores e inferiores embonan entre ellos con espacio suficiente no tienes de qué preocuparte.
Otros factores que pueden indicarnos que es necesaria la extracción:
1. Exista inflamación de las encías
La erupción de las muelas del juicio es un proceso natural que como cualquier aparición de un diente nuevo puede llegar a molestar. Sin embargo si tu encía se ve demasiado inflamada o hinchada o toma un color rojo brillante, significa que algo no anda bien.
2. Dolor
La gran mayoría de las personas no se acuerdan que existen las muelas del juicio hasta sentir dolor o incomodidad. El tipo de dolor más común recibe el nombre de pericoronitis: esto pasa cuando la muela va saliendo pero no del todo, y sobre ella una parte de la encía guarda residuos de alimento, lo cual puede producir un dolor considerable. El mejor remedio es remover la parte de la encía que molesta o incluso la muela misma.
3. Daño en dientes cercanos
Esto sucede cuando la muela del juicio ya ha comenzado a salir y al venir en una mala posición empieza rozar con los dientes de al lado , causando fuertes incomodidades a la hora de masticar o cerrar la boca.
4. Caries extensas
Gracias a su ubicación lejana, a veces llegar a ellas con tu cepillo o hilo dental puede ser complicado, muchas veces esta falta de higiene resulta en caries tan grandes que llegan al nervio y provocan dolor.
5. Necrosis
Existen dos factores que podrían ocasionar una necrosis: Bloqueo en la circulación de la sangre o una gran cantidad de bacterias que ocasionan un dolor brusco y muy intenso.
6. Infección
Una infección es el resultado de una mala higiene que culmina en dolor, inflamación de las encías, dolor de garganta, fiebre, oídos y en el peor de los casos la secreción de pus. Es importante que acudas rápidamente a tu clínica para evitar la formación de abscesos que compliquen la situación.
Hay algunos tips que podrían ayudarte a eliminar el dolor y la aparición de caries, como mantener una limpieza dental impecable. Si a pesar aplicar estas recomendaciones los síntomas no desaparecen, es necesario que retomes la idea de acudir rápidamente a tu odontólogo.
- Usar hilo dental en cada uno de tus dientes, incluyendo las muelas del juicio.
- Cepilla tus dientes durante dos minutos, tres veces al día ¡No te olvides de tus encías y lengua!
- Mantener una dieta sana, rica en vitaminas, proteínas, minerales y una buena hidratación.
- Evita alimentos y bebidas azucaradas de manera regular.
Si bien es importante que aprendas a detectar estos posibles signos de alerta, no te olvides que debes considerar la opinión de un especialista que te pueda orientar sobre los cuidados que debes mantener para evitar complicaciones.
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